Salimos de la mina Perda Libera en Gonnosfanadiga, y nos adentramos en un viaje al pasado.
Dejando atrás las fascinantes construcciones de la mina, nos introducimos en el bosque, desde aquí se goza de un panorama espectacular del Campidano en el cual se alza el particular Monte Arcuentu.

Hacia el sur encontramos innumerables gargantas inaccesibles por la que corre impetuosamente el agua, formando numerosas cascadas. Este es unos de los lugares más salvajes de la isla, donde sólo los pocos caminos forestales, nos recuerdan el paso del hombre.

Cuando llegamos a la cuota de los 956 metros encontramos una estructura que ha construido el cuerpo de vigilancia de la Región Sarda para el control de los incendios. En este punto acaba el camino transitable por vehículos a motor e inicia un sendero muy bien señalizado que lleva hasta el paso de Genna Eidadi a 1026 metros de altura.

Aquí la mirada se concentra en las crestas de Punta Perda de Sa Mesa, Punta Sa Cabixettas y la rocosa y casi inaccesible Punta Cammedda. Quien quiere, en este punto, puede cambiar dirección y ascender al Genn’e Impì (1035m) desde donde se alcanza rápidamente Punta Perda de Sa Mesa (1236m) y Punta Sa Cabixettas (1202m) desde donde se ve hasta el Gennargentu. 
A Genna Eidadi, rodeados de un intenso perfume de tomillo, bajamos por un sendero que parece el lecho de un torrente.

Descender es duro pero en breve llegamos a Figus. Sumergidos en la naturaleza salvaje, podremos pararnos a descansar y refrescarnos en una de las cascadas que, de vez en cuando, nos encontramos a lo largo del camino. No estamos muy lejos del corral Linas al final del Monte Linas, que es nuestra meta.

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